¿Te has preguntado dónde quedan las emociones no expresadas?
- Catalina Hornig
- 29 abr
- 2 Min. de lectura
Cuando el cuerpo habla lo que el alma calla, aparecen los síntomas.
Las alergias, desde la mirada de la biodescodificación, podrían ser señales emocionales no resueltas.
¿Y si en lugar de silenciar el malestar, escuchamos el mensaje que trae?
La biodescodificación propone que todo síntoma físico tiene un origen emocional inconsciente. En el caso de las alergias, esta terapia complementaria plantea que no se trata únicamente de una reacción del sistema inmunológico a agentes externos, sino de una respuesta del cuerpo ante emociones reprimidas o conflictos no resueltos.
Según esta mirada, una alergia podría tener su origen en una situación vivida como amenazante en el pasado. Por ejemplo, si una persona tuvo un episodio estresante en un lugar donde había polvo, su cuerpo podría asociar ese elemento al peligro. En el presente, al exponerse al polvo, se activa una reacción alérgica como intento de protección. Así, el cuerpo “habla” aquello que la mente no pudo procesar o expresar en su momento.
Lo importante no es el alérgeno en sí, sino el simbolismo que representa para el inconsciente. La biodescodificación invita a revisar el momento en que apareció la alergia, qué estaba ocurriendo emocionalmente en esa etapa de la vida y qué emoción quedó atrapada. Muchas veces, se trata de miedo, sensación de amenaza, rechazo o necesidad de protección.
Según esta mirada, una alergia podría tener su origen en una situación vivida como amenazante en el pasado.
A través de sesiones guiadas, se busca identificar y resignificar el conflicto emocional que originó el síntoma. Al tomar conciencia y liberar esa emoción, el cuerpo puede dejar de necesitar expresarla como síntoma. Este proceso no reemplaza tratamientos médicos ni psicológicos, sino que los complementa desde una visión integradora cuerpo-mente.
Cada persona es única, por lo que no existe una causa universal para una misma alergia. Por eso, la biodescodificación se centra en la historia individual de quien consulta, con respeto, escucha y acompañamiento.
En tiempos donde la conexión entre cuerpo y emoción es cada vez más reconocida, esta terapia nos invita a mirar el síntoma no como un enemigo, sino como un mensajero. Las alergias pueden ser una oportunidad para sanar heridas emocionales y reencontrarnos con nosotros mismos desde la conciencia y el amor propio.
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